A Urgencias del IMSS llegan Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera, consternados por la muerte de un trabajador petrolero, y por que 45 más resultaron heridos, al volcarse el camión que los transportaba al mitin de la campaña presidencial del PRI, en esta ciudad.
Entran los Peña Rivera al mundo del dolor traumático. Ven hombres con la cabeza vendada, el cuello sostenido en collarín, hombros al desnudo, pechos molidos. Pero en la misma antecámara de la tragedia, esas personas que iban a ver al candidato del PRI, sacan fuerzas de flaqueza, agradecen la visita en la cama de hospital.
Un hombre está en el quirófano. Es el reporte que recibe Peña y pide la información en general, el saldo del accidente, lo que se hace por la salud de los lesionados, para saber, dice, que se ofrece, en qué pueda ayudar.
"Dios te bendiga a tí y a tu familia", dice Peña a Sergio Martínez Reyes, uno de los lesionados con más fracturas.
A José Ramírez Estudillo le comenta: "No te muevas, lamento mucho lo que pasó; se que venías en apoyo a un servidor".
Y en medio de las escenas de dolor, lo increíble, el buen humor de un hombre que ni siquiera se puede mover. Es Eduardo Solórzano Sánchez a quien el candidato le dice que esa nariz va a estar bien para el primero de julio. "Te presento a mi señora, 'La Gaviota' ". Eduardo, sonríe a Angélica Rivera y le dice: "Yo veía mucho sus telenovelas". La carcajada es general.
El director del Hospital de Especialidades, el doctor Manuel Gracián, da cuenta, hay 17 hospitalizados, los más graves, en otros establecimientos otros 17, con lesiones menores. Los familiares del trabajador fallecido, Jorge Ovando, no están.
Por ellos llegó preguntando Peña. A la espera de saber de la familia del fallecido, camina en ese recinto de las Urgencias médicas, se acerca varios hombres sentados en sillas de ruedas y acostados en camas, y les dice que se solidariza con ellos.
Se acerca y quiere tocarlos, pero reconoce que ello sería reavivar el dolor, por los golpes del choque que ocurrió en el entronque de carretera Campeche-Mérida.
"Iba la campaña, sin incidentes. Espero que no tengamos otro accidente", comenta Peña a médicos y dirigentes petroleros, entre ellos el diputado petrolero Víctor Kidnie, que ha movilizado médicos de Pemex de Ciudad de Carmen, que reforzarán a los del IMSS.
Peña se descuida y al decir "ánimo" a un sesionado, lo toca del hombro, y le motiva algo de dolor adicional. Se disculpa. Luego, aun viejo le pregunta: "¿Cómo se siente? Deseo su pronta recuperación. Gracias, se que iban al evento de apoyo".
En silencio, con los ojos que indicaban que en su cuerpo había dolor, Gustavo Ramírez, permanece atento a un Peña consternado, igual que Angélica Rivera, quien no se ha dado cuenta que está en la mira de las enfermeras, que le pedirán unas fotos, aún en ese cuadro de aflicción.
Ahí les encargo
De los 17 heridos, tres pueden considerarse graves, de acuerdo con el reporte del director del hospital a Peña Nieto. El líder petrolero que se ha encontrado allí con el candidato le explica que está en camino un equipo de médicos de Petróleos Mexicanos.
A un lesionado de la médula le han programado una intervención quirúrgica este jueves 17; otro seguirá en terapia intensiva, y junto con el que tiene varias fracturas y otras lesiones, se harán todos los esfuerzos, explican a un Enrique Peña Nieto, que con el método de las preguntas tiene un panorama esencial de la situación. Y la cuestión es grave.
Por eso dice a las enfermeras: "Ahí les encargo a todos los pacientes".
La garganta de Peña está lastimada, "vengo de pegar gritos", dice a las enfermeras, y luego de repite a Angélica Rivera, unas palabras de uno de los lesionados que ella no alcanza a oír: "Dice que hacemos bonita pareja".
En esa mezcla de fans en activo y seguidores accidentados y uno fallecido, concluye la visita a Urgencias, y el candidato sale a la calle, donde da cuenta de la situación, y tras lamentar la muerte de una persona, las lesiones en 45 más, debe declarar a los periodistas que ha encontrado hombres heridos, pero con el corazón entero.
Muy cierto: "Están de buen ánimo, a pesar de su condición, y espero que tengan una pronta recuperación".
Era ya de noche, de un día que se podía antojar dulce, como el carácter natural de la gente de esta tierra tan rica que tiene nada menos que la Sonda de Campeche sus fantásticos yacimientos petroleros, como el legendario Cantarel.
Por la mañana, llega sólo a Ciudad del Carmen, donde sin la internención de ningún orador local, dirige su mensaje a representantes de esa sociedad. Es scuchado por más de 600 personas, la mayoría hombres y de entre ellos, los más ruidosos, una porra de petroleros, de quienes Peña dice que aunque fueran pocos, se hacen notar por la fuerza con que gritan.
Alli ha puesto en alerta al priismo de no caer en provocaciones de la izquierda y descalificaciones de la defecha, y cuando se piensa que los problemas están en la ciudad de México, en los espacios del poder público, salta la liebre justo en la entrada de Campeche.
"Yo estaba con el gobernador Fernando (Ortega Bernés) cuando fui avisado". Y ya con el primer reporte, en el que se da el fallecimiento de un petrolero y dos con lesiones, llega a la plaza pública, y lo primero que hace es dar las condolencias por la tragedia ocurrida.
Cientos y cientos lo habían saludado con la alegría campechana y cuando dice que estaba muy apenado por el accidente, "se apagaron" los ánimos, dice. Fue un pesar que noqueó la alegría del mitin.
Y sin embargo, hacia el cierre de la reunión, esta vez a la intemperie, en la plaza pública, se recarga el entusiasmo de los campechanos, que forman una valla larga, en la cual, con saludos, abrazos y felicitaciones, candidato y sus fans aplican un poco de sabiduría: Al mal tiempo buena cara.
Eso mismo habrían de pensar algunos lesionados, que visitados por Enrique Peña y Angélica Riveral compartieron algo de entusiasmo: "No te muevas tanto que te va a doler, estás todo partido".
0 comentarios:
Publicar un comentario